Volvemos al blog después de mucho meses de abandono. En primer lugar saludos a todos. Comentaba hace unos días en Twitter que estaba en plena reestructuración de Mi Cartera. En esta entrada, me gustaría explicaros brevemente el cambio de la misma y las razones que me han llevado a ello.
Como saben, llevo en esto de la inversión desde enero del año 2016, lo que viene a ser concretamente 6 años y un par de meses. Durante estos años, he ido publicando en tiempo real todos mis movimientos en los mercados. Al principio, y de forma muy habitual en el Blog, y en los dos últimos años en Twitter. Ha sido un camino lleno de errores y de algún acierto. El balance final, en términos de rentabilidad sobre importe invertido, ha sido del 52,20% a 1 de enero del 2022. Hablaremos más abajo sobre esta rentabilidad, pero antes, les resumo mi pequeña historia en los mercados.
Empecé centrando mi estrategia en el dividendo. Compraba empresas con buena rentabilidad, sin importarme demasiado el crecimiento del mismo, cuanto más alto fuese el dividendo, mejor. Recuerdo perfectamente que mis primeras acciones fueron Santander y Telefónica. Después vinieron más empresas españolas, hasta que di el salto al mercado internacional, manteniendo un solo objetivo en mi cabeza, rentabilidad por dividendo. A pesar de salir fuera de España, casi el 70% de mi cartera, seguía invertida en el mercado español, después de tres años de inversión.
Esta forma de invertir, junto con mi afán por la diversificación, me llevo a juntarme con una cartera de 40 empresas, que difícilmente podía controlar. Como no podía ser de otra forma, empecé a comerme recortes de dividendo y caídas a cuchillo en muchas de ellas.
Recuerdo especialmente las caídas y recortes de TEVA, KMI, KHC, URW y TRE. Al final, la deuda excesiva y el bajo crecimiento en una empresa, acaba repercutiendo en el dividendo. Por el camino, también viví en mis carnes las multas de Bayer con su consiguiente caída a los infiernos, el desastre de GE del que pude salir sin pérdidas, la deuda incontrolable de BUD, y un largo etcétera de acontecimientos.
Con 40 empresas en cartera, raro es el mes que no pasa algo en alguna. No todo ha sido malo, recuerdo buenos movimientos como el de Abertis, la venta de acciones españolas a buenos precios, o la compra de Aristócratas en USA que han ido muy bien estos 6 años como KO, PG o JNJ.
Por el camino, en mi afán de diversificar, añadí fondos value patrios de moda: Azvalor Internacional, Magallanes European, Metavalor, Magallanes Iberian y True Value. De todos ellos, todavía conservo en cartera los dos primeros.
En 2018, después de llevar casi 4 años invirtiendo, decidí vender casi el 50% de mi cartera para la entrada, reforma e impuestos de mi vivienda habitual. Aproveche para vender gran parte de las acciones españolas, alguna internacional y un par de fondos. A toro pasado, creo que fue un gran movimiento en términos de rentabilidad y a nivel familiar.
La inversión no paró y seguía comprando empresas buscando el dividendo, hasta que hace aproximadamente 3 años, decidí crear una cartera de fondos Indexados después de leer a John Bogle. Desde el principio me sentí muy cómodo con este tipo de Inversión (Cartera Piloto Automático en el Blog), tanto en las caídas como en las subidas. Desde que la creé y ampliaba posiciones mensualmente, no ha habido día que no pensará en cambiar el 100% de la cartera a este tipo de inversión.
Como no tenía suficiente diversificación (modo irónico activado), hace aproximadamente dos años, decidí empezar a comprar acciones que no pagaran dividiendo, pero con buen crecimiento como Google, Microsoft y mas recientemente Amazon. La mayoría han ido bastante bien, salvo BABA, donde me he comido una caída superior al 50%. Por el camino y para liarlo todo un poco más, añadí otro fondo de moda a mi cartera, Numantia Patrimonio.
Se puede ver claramente en mi evolución como inversor principiante, que he estado cometiendo errores de libro: dejarme guiar por modas y que las las cotizaciones marquen mi relato.
Pero bueno, al fin y al cabo no dejo de ser un novato en esto de la inversión. Seis años invirtiendo en un mercado alcista, no es precisamente una experiencia importante en bolsa.
Y si no es suficiente con todo esto, en el año del Growth, donde todos obtenían rentabilidades de doble dígito en una semana, me dio por añadir PLTR y TODOC a la cartera, y como guinda a este bonito pastel, un poco de BTC. Que podía salir mal…
El resultado final ha sido una cartera creada en gran parte desde la ignorancia, siguiendo modas y con una “obsesión” por diversificar que carecía de mucho sentido. Supongo que esto forma parte del procesos de inversión.
Dicen que la diversificación, protege de la ignorancia y en mi caso ha sido un claro ejemplo. Ha sido el salvavidas que me ha permitido, a pesar de todo lo dicho, no perder dinero y sacarle una rentabilidad del 52% a mi pequeño patrimonio. Dicha rentabilidad esta por debajo del mercado, a pesar de las horas dedicadas y las preocupaciones de estos años. Llegado este punto, a principios de año me plantee tomar decisiones, y la semana pasada llego el momento. Decisiones difíciles, pero que creo que debo de tomar, teniendo en cuenta que seguirá invirtiendo durante muchos años.
La decisión final ha sido mover casi toda la cartera hacia fondos indexados. Estas han sido las razones:
- Mi rentabilidad es inferior a los índices a lo largo de estos seis años. El punto más importante sin duda. Hay que reconocer las limitaciones de uno mismo y no intentar ser el mas listo de la clase. Creo sinceramente, que nunca podré superar al mercado en el largo plazo.
- Con la indexación no necesitas apenas tiempo para seguir la cartera. Aportes periódicos y listo. Tu rentabilidad será sencillamente la misma que la del mercado.
- Cero preocupaciones por posiciones individuales. A partir de ahora, me dan igual las multas, las caídas a cuchillo, los recortes de dividendo o las ampliaciones de capital.
- Concentración de la cartera. Me generaba mucho “estrés” tener tantas posiciones. Cuando caía el mercado, no podía apenas comprar. Con la indexación, si cae el mercado compras todas las empresas a la vez y listo.
- Reducción de costes. Cómo saben, los fondos indexados tienen el menor TER del mercado. En el largo plazo, este punto es bastante relevante.
- El riesgo de la inversión se reduce considerablemente, solo tendré el riesgo del propio mercado.
Dicho esto, les presento a continuación como queda Mi cartera al cierre del viernes:
Haré aportes mensuales (ya los tengo programados), y si llegan caídas fuertes pondré en marcha la liquidez. Los fondos, para los que tengan curiosidad, los tengo en Renta 4 y My Investor. Destaca en la cartera, la liquidez, pero tiene una explicación, hay altas probabilidades de una pequeña operación inmobiliaria, de llevarse a cabo lo contaré en próximas entradas al blog. Y por otro lado, falta un aporte del 15% al Amundi Index SP500.
Entiendo las críticas que puede generar esta entrada y la gasolina que supondrá para mis haters en redes sociales. Pero es lo que hay, es mi decisión, y ya está tomada. Espero que mis errores puedan ayudar a alguna persona.
Muchos dirán que hay que compararse con uno mismo, y que da igual la rentabilidad de tu cartera, pero yo lo tengo claro, no veo ningún motivo por el que debiera contentarme con resultados inferiores a los de un fondo indexado, y además con mayor coste y preocupación.
Me gustaría terminar esta entrada, dando las gracias a todos los que me siguen Twitter, me parece increíble que superemos los 22.000 seguidores. Supongo que parte del éxito es simplemente contar lo que hago con sus errores y sus aciertos.
Saludos a todos.